Dejar el pañal en 3 días, ¿Irreal o posible?
Mi hija dejó el pañal en 3 días...
Puede sonar como algo imposible, incluso una exageración.
Pero es realidad y me llena de felicidad que ya no usa pañal, porque ahorro en
pañales y ella ya no tiene irritaciones en sus partes íntimas.
Pero, ¿Cómo lo hizo?
Aquí te lo contaré…
Mi hija tiene dos años y dos meses, ella dejó el pañal el
mes pasado, la transición de pañal-trusa fue bastante simple y ella no sufrió
el cambio.
Pero comencemos por lo primordial, el Control de esfínteres…
¿Qué es? El control de esfínteres es la capacidad de un niño para controlar la
defecación y la orina. Esto puede variar en cada niño (Puesto que todos sabemos
que cada niño es un mundo diferente) y la mayoría empieza a controlarlo desde
los 15 meses hasta los 24 meses. Pero nuevamente, eso puede depender también de
varios factores; Neurológicos, Físicos y emocionales.
Al igual que cada cambio es importante en la vida de un
adulto, es el doble de importante para un niño, evitando los factores
neurológicos y físicos (qué son bastante importantes para dejar el pañal) algo
que sí podemos controlar, es el factor Psico-emocional de cada niño,
demostrarle que le tenemos confianza en cada cambio y que aunque cometa
errores, tener “accidentes” mientras deja el pañal, es algo normal y no se debe
sentir mal por ello. Porque todo es un aprendizaje constante. Y eso es una de
las cosas más importantes para que un niño sienta la confianza en dejar el
pañal.
Cuando mi hija cumplió 18 meses, era pleno verano peruano y
todo el mundo me dijo que era el momento ideal para “quitarle el pañal” a mi
hija. Hasta ese momento, yo no era consciente de que no debería ser “quitar el
pañal”, la frase correcta debería ser “dejar el pañal”. Simplemente porque eso
es algo que ella misma debe hacer con mi ayuda. Y no algo que yo debo forzar.
El intento fue durante una semana, yo calculaba cada 10 o 15 minutos que veía
sus accidentes y corría a sentarla en el bacín, ella terminaba muy incómoda y
empezó a odiar el bacín, mientras yo terminaba lavando y lavando ropa de muchos
accidentes. Nos fue mal, me di cuenta que ella aún no estaba lista, y deje de
ceder ante la presión social. Esa presión a la que muchos le tenemos miedo.
Porque de algún modo, el dejar el pañal se convierte en una competencia, sobre
qué bebé es mejor porque lo dejó primero. O que mamá es mejor, porque se lo
quitó antes. No me daba cuenta que no me debería interesar cuando lo deje, me
debería importar que ella se sienta bien.
Y eso nos trae al mes pasado. Mi hija siguió usando pañal
hasta ese entonces, pero ya le causaba fastidio, a pesar de que el pañal no
estaba muy mojado, ni medianamente mojado, a ella ya le fastidiaba y quería
quitárselo. Empezaba a tener comezón porque le irritaba aunque este ligeramente
húmedo. Además que me pedía cambio de pañal cada hora prácticamente. Se volvió
bastante fastidioso para ella, así que un día decidí quitárselo. Mi madre me
dijo que sería difícil y efectivamente, yo me estuve preparando psicológica y
físicamente para ello. Evitar molestarme si tenía algún accidente, el comprar
más ropita interior y más pants para que esté en la casa, el temor a que se
resfríe por mojarse todo el tiempo. Pensé que me esperaba lo mismo que pasamos
en el verano pasado, pero esta vez peor, porque estamos en invierno.
Pero mi hija me sorprendió, se lo saqué en la mañana, le
puse una trusa y unos leggins y le puse mediecitas antideslizantes para que
evite mojar sus zapatillas. Efectivamente tuvo su primer accidente, le dije que
no pasaba nada, le di un abrazo y la guie hasta el bacín, ese bacín al que ella
le tenía odio la temporada pasada. Le expliqué que cuando tenemos ganas de
hacer pis nos sentamos ahí y de igual manera con la pupú. Ella pareció entender
y todo bien, otro cambio de ropa, otra trusa y otro leggins, otras mediecitas
antideslizantes y de vuelta al juego. A los 20 minutos gritó “mamá pisssss” y
le dije, “Vamos al bacín” pero cuando llegamos fue muy tarde, se hizo pis ahí
parada en el baño. ¿Qué podía hacer?, era cuestión de paciencia nada más. Otra
vez la explicación, nuevamente el cambio de ropa, otra vez el abrazo, etc, etc.
Una media hora después, volvió a pasar. Mi hija gritó “mamá pissss” corrimos al
baño, ella se sentó sola y cuando le dije que se pare para bajarle los leggins,
se hizo la pis encima. Se volvía a repetir todo. Pero ya había un avance, ya me avisaba antes
de que lo haga y eso era una motivación para seguir en la marcha.
A la cuarta vez, me avisó con tiempo justo para bajarle los
pants y sentarla, a la quinta vez ya me avisó con un poco más de tiempo. Luego
vino la pupú y ahí sí que tuvo un par de accidentes más. Pero todo fue
constancia y paciencia. En la noche, cuando se quedó dormida, le puse un pañal,
porque aún estamos empezando y quería hacerlo poco a poco. Al segundo día, tuvo
un par de accidentes más. Y al tercer día, solo un accidente más. En tres días
mi hija había aprendido a avisar antes de ir a hacer pis y caca.
Desde el día 4 hasta hoy, ella ha tenido unos cuantos
accidentes, a veces se concentra tanto que se olvida de avisar, o a veces prefiere
jugar en vez de hacer pis y se aguanta tanto que cuando es hora de ir al baño,
le gana. Pero entendí que es un proceso largo, constante y lento, bastante
lento.
A mí me pareció que sería más tedioso, pero mi hija me
enseñó que yo no tenía porque “quitarle el pañal”, que ella era la única que
podía aprender a dejarlo. Ella se sentía lista y yo solo estuve apoyándola en
todo momento, alentándola a ir al bacín, ayudándola a que se sienta más
confiada, yo solo le di la mano para que no se sienta sola en el baño, yo me
sentaba en el váter y ella en su bacín y me decía “mamá pis?”.
Si de algo puede servir esta entrada al blog, esta
actualización puede ayudar a alguien a que entienda un poco más, que no importa
lo que digan los demás padres, ni los tíos, ni los abuelos. La única persona
que sabe que está listo o lista para dejarlo, es tu hijo o hija. Nadie más
puede saberlo, el dejar el pañal no es cuestión de edades. Ni de maduración, no
tiene nada que ver pensar que tu hijo “está muy viejo para el pañal” eso no
existe. Muchos de algunos adultos, se hicieron pis en la cama hasta los 8 o 9
años. Y eso no es algo fuera de este mundo, puede deberse a diferentes factores
físicos y psicológicos. Nuevamente, cada persona es un mundo y lo mejor que
podemos hacer es entender, apoyar y ayudar a mejorar.
Así que, lo único que puedo decir para finalizar es, vamos a
aprender a esperar a nuestros hijos. A veces, porque son pequeños, nosotros
pensamos que no son capaces de hacer ciertas cosas, pero ellos son una esponja,
están aprendiendo constantemente y si nosotros tenemos las intenciones de
enseñarles lo más que podamos, entonces hay que hacerlo.
Sheilla Acosta - Wawasumaq
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